Un equipo de ingenieros biomédicos de la Universidad del Sur de California (USC), desarrolló recientemente un sustituto del plástico, basado en un mineral de las conchas de mar que se degrada de naturalmente con el agua salada, lo que refiere una alternativa viable al plástico convencional.
Según datos de la UNESCO, el 80% de la contaminación en los océanos proviene del plástico, un elemento resistente que afecta la fauna marina, además de amenazar la salud humana a través de la cadena alimentaria.
Cada año, millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, donde permanecen durante cientos de años, la investigación del nuevo plástico, liderada por la profesora Eun Ji Chung, podría representar un cambio significativo en la batalla contra los desechos de este tipo.
El estudio surgió de la preocupación por el impacto que los plásticos de un solo uso, que aumentó durante la pandemia de COVID-19, comenzaron a explorar cómo sustituir estos plásticos dañinos por alternativas que pudieran degradarse de forma más segura.
