Santo Domingo, R.D.- En las últimas dos semanas, diversas organizaciones de derechos humanos han denunciado una serie de abusos cometidos durante los operativos de detención de inmigrantes haitianos en la República Dominicana. Las acusaciones incluyen uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias, allanamientos sin orden judicial y trato degradante hacia mujeres embarazadas, niños y trabajadores legales.
Según informes recientes, más de 2,000 haitianos han sido detenidos en redadas efectuadas por la Dirección General de Migración (DGM), apoyada por cuerpos militares y policiales. Estos operativos se han realizado principalmente en zonas de construcción, barrios empobrecidos y fábricas, en provincias como Puerto Plata, Santiago y el Gran Santo Domingo.
Testimonios recogidos por agencias de prensa internacional revelan que muchos detenidos fueron sacados de sus hogares sin previo aviso y en horarios nocturnos, sin respeto al debido proceso legal. También se reportan casos de ciudadanos con documentación legal que fueron retenidos simplemente por su apariencia física.
Videos difundidos en redes sociales muestran escenas de violencia física, como empujones y golpes, durante los arrestos. También se ha documentado la detención de mujeres en estado avanzado de embarazo y menores de edad, lo que ha encendido las alarmas de organismos nacionales e internacionales.
La Dirección General de Migración ha defendido sus acciones, argumentando que se realizan conforme a la ley y que los protocolos de derechos humanos son respetados. Sin embargo, organizaciones como Human Rights Watch y el Comité Dominicano de Derechos Humanos afirman que se está incurriendo en prácticas de “limpieza étnica” encubierta bajo el discurso del control migratorio.
Actualmente, más de 153,000 personas de origen haitiano han sido deportadas en lo que va del 2025, según cifras oficiales.




