Sosúa, Puerto Plata.- En el corazón de Sosúa vive la memoria de un hombre que llegó con poco en los bolsillos, pero con el alma llena de esperanza. Don Martín Katz Mayer, nacido el 15 de septiembre de 1917 en Frankfurt, Alemania, sobreviviente del Holocausto, hizo de República Dominicana su refugio, su hogar y su legado hasta su fallecimiento el 27 de febrero de 2008.
Hoy, InfoENN honra su memoria, gracias al emotivo testimonio de su hijo Benny Katz, quien relata con orgullo la vida de un hombre sencillo, recto y profundamente agradecido con el pueblo dominicano.
Del horror nazi a una tierra de esperanza
Durante la persecución nazi, Don Martín fue escondido en un sótano por una familia cristiana, donde sobrevivió meses de terror. Perdió a muchos familiares en los campos de concentración, pero él logró sobrevivir. Con apenas $1.30 en el bolsillo, llegó a Santo Domingo el 8 de mayo de 1940 y a Sosúa el 10 de mayo, integrándose al grupo de colonos judíos que llegaron al país mediante el acuerdo entre el Estado dominicano y la organización DORSA.
Recibió tierras y ganado, y comenzó una nueva vida dedicada a la ganadería, en un territorio desconocido pero lleno de esperanza.
Un amor dominicano que arraigó su vida en Sosúa
Poco después de su llegada, Martín Katz conoció a Rosa Katz, una joven dominicana de Puerto Plata. Se conocieron en la casa de los tíos Eric y Chacha, donde nació un amor que, según cuenta Benny con humor, “se casaron de una vez, porque estaban “jamones” (solteros) los dos”.
En Sosúa nacieron Santiago, Gustavo, René y Benny Katz, quienes crecieron con los valores de la responsabilidad, la palabra empeñada y el amor por la tierra que les dio abrigo.




Fundador, trabajador y hombre de principios
Martín Katz fue socio fundador de Productos Sosúa, pero años después se desligó de la empresa para continuar como productor independiente. Rechazó ofertas para quedarse en Estados Unidos, donde su hermano le ofrecía estabilidad laboral, y respondió:
“Allá soy un número. Aquí soy Don Martín Katz”.
Un legado de rectitud, gratitud y palabra firme
Fue un hombre que educó con el ejemplo. “Una palabra vale más que un contrato”, decía. Exigente pero justo, enseñó a sus hijos que el respeto, el trabajo y la integridad eran los pilares de la vida.
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🧬 Reconexión con sus raíces y orgullo por la tierra que lo acogió
Durante sus últimos años, Don Martín logró contactar con un primo en Israel, a quien creyó muerto durante décadas. Su familia continúa rastreando vínculos a través de pruebas de ADN, no por interés material, sino por memoria y reencuentro.
“Mi papá decía que no importaba por qué Trujillo lo hizo, sino que lo hizo, que abrió una puerta cuando todas las demás estaban cerradas. Y eso hay que agradecerlo”, concluye Benny Katz.



