Domingo 13 de julio de 2025 Por InfoENN | #JuniorHenríquez
Sosúa, Puerto Plata – En menos de 24 horas, el municipio de Sosúa fue escenario de dos amplios operativos encabezados por la Procuraduría General de la República, en coordinación con la Policía Nacional, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), el COBA y unidades de las Fuerzas Armadas. Ambos operativos, ejecutados la madrugada del sábado y la noche de ese mismo día, intervinieron bares, discotecas, pensiones y calles del populoso sector El Batey, en lo que las autoridades han descrito como un “plan para recuperar la imagen turística de Sosúa y erradicar la prostitución callejera”.
Aunque decenas de personas fueron arrestadas —incluyendo trabajadoras sexuales, empleados de centros nocturnos y algunos clientes— la ciudadanía aún espera un informe oficial que detalle cuántos de ellos han sido judicializados y bajo qué cargos específicos.
Una comunidad dividida
La situación ha despertado posiciones encontradas en la sociedad. Por un lado, amplios sectores comunitarios respaldan la intervención. Organizaciones sociales, residentes, líderes religiosos y agrupaciones como la Asociación de Playeros de Playa Sosúa han emitido comunicados apoyando las acciones oficiales.
“Es un paso necesario para rescatar la dignidad del municipio”, expresó José Manuel González Lilo, en nombre de los playeros. “Sosúa merece un turismo familiar, ordenado y saludable, y por años se ha permitido un deterioro moral inaceptable”.
De igual modo, ciudadanos organizados que llevan tiempo denunciando la prostitución y el microtráfico en la zona han convocado a una marcha el próximo 26 de julio bajo el lema “Por un Sosúa diferente”, insistiendo en que este tipo de operativos deben mantenerse de forma constante y no ser simples “espectáculos de una noche”.
La otra cara del conflicto
Sin embargo, desde el sector comercial nocturno —que incluye pequeños hoteles, bares, discotecas y restaurantes— se ha levantado una fuerte crítica. Varios propietarios aseguran que hubo exceso de fuerza, violaciones a la privacidad de turistas y clientes, y que no se está resolviendo el problema de fondo.
“Penetraron habitaciones de hotel sin órdenes, interrumpieron cenas y sacaron personas a la fuerza, generando temor en visitantes”, declaró un empresario que pidió anonimato. “No estamos en contra del orden, pero debe haber respeto al debido proceso”.
Desde el lado de las trabajadoras sexuales, el panorama es aún más complejo. Muchas de ellas alegan que no tienen otra opción de sustento y que los operativos no van acompañados de oportunidades reales de reinserción social o laboral.
“Nos llevan presas, nos sueltan, nos vuelven a llevar. ¿Dónde están los cursos, las oportunidades, las ayudas?”, expresó una mujer detenida brevemente en el primer operativo, quien pidió ser identificada solo como María.
¿Y los derechos humanos?
La intervención también ha generado reacción del Director de los Derechos Humanos en la región Norte, Ángel Abreu, quien denunció públicamente que varias detenciones se realizaron sin respetar el debido proceso, incluso en viviendas privadas y habitaciones de hoteles. Su pronunciamiento fue rechazado por grupos que consideran que “los Derechos Humanos no deben defender el desorden”.
¿Show o plan estructural?
Mientras las autoridades han mantenido bajo reserva los detalles del operativo y sus resultados judiciales, periodistas, líderes comunitarios y actores sociales exigen claridad: ¿cuál es el objetivo real de estas acciones? ¿Habrá seguimiento, programas sociales y reformas institucionales o fue simplemente un “show mediático”?
Una fuente informó a InfoENN que más de 100 personas fueron trasladadas al polideportivo de Puerto Plata y luego conducidas a Santo Domingo para depuración, incluyendo trabajadoras sexuales extranjeras en condición migratoria irregular.
El futuro en juego
Sosúa enfrenta un dilema: erradicar una actividad que por años ha sido tolerada —y de la cual dependen cientos de familias— o permitir que la falta de regulación siga afectando su imagen turística. La comunidad está en pie, las autoridades activas, y el país atento.
Queda por ver si estos operativos serán el inicio de una transformación integral o simplemente otro capítulo en la larga historia de contradicciones de este destino caribeño.