Sosúa, Puerto Plata. – El director ejecutivo de la Fundación Ecológica Maguá, Manuel Alejandro Rodríguez Redondo, destacó los significativos avances en la rehabilitación de los ecosistemas marinos de la bahía de Sosúa, fruto de un trabajo continuo de protección y vigilancia.

Rodríguez Redondo explicó que el enfoque de la fundación es holístico, buscando reestructurar la ecología marina para devolverle salud a los arrecifes de coral, esenciales para frenar la erosión costera y mantener la economía turística local.
“En Sosúa, Río San Juan, Cabrera y muchas otras playas, la pérdida de arena está directamente ligada a la muerte de los corales. Ellos son el pilar fundamental de nuestra economía y todos debemos unirnos para preservarlos”, afirmó.
Entre los avances más importantes, mencionó el fortalecimiento de la vigilancia en áreas como la Playa Social y Los Cabezos, lo que ha permitido un aumento exponencial de especies clave. En 2023, se registraron 22 peces loro adultos por cada 400 metros cuadrados de arrecife; este año, la cifra superó los 70 ejemplares, además de incrementos similares en pargos y otras especies.
Sin embargo, alertó sobre la situación crítica en Tres Rocas, donde la falta de apoyo para financiar vigilancia ha permitido daños al arrecife por embarcaciones que anclan sobre la zona. “No podemos sostener vigilancia sin la colaboración de quienes se benefician de esa área para el turismo”, advirtió.
El trabajo de la Fundación Maguá cuenta con el respaldo de colaboradores como la familia Pastoriza Tavares, Cemento Cibao, Juan Perdomo, la familia Redondo, Industria Rodríguez, Transporte Luperón, La Isla Bonita, Camel Safari y la familia Portela, entre otros.
Por parte del Estado, señaló que el Ministerio de Medio Ambiente, a través de su Viceministerio de Recursos Costeros y Marinos, ha brindado soporte legal, logístico y científico, incluyendo el rescate nacional del coral pilar.
Como hito para 2025, Rodríguez Redondo anunció la primera intervención formal de reproducción sexual asistida de corales en Sosúa, combinando óvulos y esperma de diferentes colonias para producir miles de coralitos que serán replantados en la bahía.
“Después de cuatro años de monitoreo, sabemos el momento exacto en que los corales desovan. Este conocimiento nos permite colectar, fertilizar y cultivar nuevos corales para restaurar nuestro arrecife”, puntualizó.