El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales, ubicadas sobre los riñones. Es conocido como la “hormona del estrés” porque su liberación se incrementa en situaciones de tensión física o emocional. El cortisol participa en varias funciones esenciales del organismo:
- Regula el metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas.
- Ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre.
- Modula la respuesta inmune y la inflamación.
- Influye en la presión arterial y el ritmo cardíaco.
Aunque el cortisol es necesario para afrontar situaciones de estrés y mantener el equilibrio interno, niveles elevados de forma prolongada pueden asociarse a problemas de salud, como aumento de peso, hipertensión, insomnio, ansiedad y debilitamiento del sistema inmunológico.
Sin embargo, además de estos factores, pocas personas asocian que la alimentación también puede tener un impacto en su producción.
Es por eso que aquí te contamos cuales son algunos de los alimentos y bebidas que pueden hacer que haya un aumento en la producción de esta hormona cuando se combina con otros de los factores antes mencionados.

Los alimentos que elevan el cortisol si se consumen con regularidad
Como mencionamos, algunos alimentos y patrones dietéticos pueden elevar los niveles de cortisol, la principal hormona del estrés, si se consumen de manera regular. Entre estos alimentos destacan los siguientes:
- Azúcares refinados y carbohidratos simples: Dulces, pasteles, refrescos, pan blanco y otros productos con alto contenido de azúcar pueden causar fluctuaciones en la glucosa, lo que se asocia con incrementos en el cortisol.
- Café y bebidas con cafeína: El consumo excesivo de café, té negro, bebidas energéticas o refrescos de cola puede estimular la producción de cortisol.
- Comidas ultraprocesadas y altas en grasas trans: Botanas empaquetadas, comida rápida, frituras y productos industrializados tienden a provocar inflamación y alteran la respuesta hormonal, elevando el cortisol.
- Bajos en fibra y altos en sodio: Dietas pobres en fibra y ricas en sodio (alimentos procesados, embutidos) pueden contribuir al aumento sostenido de cortisol.

El mantenimiento de estos hábitos alimenticios, junto con el estrés crónico, puede impactar negativamente la salud hormonal y metabólica.
Además de evitar estos alimentos se recomienda mantener una hidratación adecuada y una dieta balanceada, aliada con la actividad física y el buen descanso, lo cual resulta fundamental para el control saludable de esta hormona.




