Redacción InfoENN.- Estados Unidos ha intensificado su estrategia de presión contra el régimen de Nicolás Maduro con un amplio despliegue militar en el Caribe, que incluye buques de guerra, tropas, aviones y submarinos. La operación se enmarca en los planes del Pentágono para combatir el narcotráfico y aumentar la seguridad hemisférica.
Países que respaldan la acción militar
El operativo no se desarrolla de manera aislada. A Estados Unidos se han sumado aliados regionales que han dado apoyo explícito a estas medidas:
• Colombia autorizó el despliegue de tropas y operaciones estadounidenses en el área caribeña.
• Trinidad y Tobago manifestó su respaldo y dio luz verde al uso de su territorio en caso de ser necesario, especialmente ante el conflicto por la zona del Esequibo.
• Argentina envió armamento militar en apoyo a las operaciones conjuntas, mostrando su alineamiento estratégico con Washington.
Mientras tanto, México y Cuba rechazaron el despliegue, calificándolo como una amenaza a la soberanía regional.
Poderío naval y aéreo estadounidense
El Pentágono envió destructores como el USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, además de un escuadrón anfibio, reforzando la presencia marítima en aguas cercanas a Venezuela. Estos movimientos se suman a labores de inteligencia, vigilancia aérea y patrullaje contra el narcotráfico.
Reacción de Caracas
Desde Caracas, Nicolás Maduro denunció la operación como una “provocación imperial” y ordenó la movilización de más de 4.5 millones de milicianos, reforzando la presencia de sus fuerzas armadas en las fronteras y costas venezolanas.
Escalada de tensiones
El despliegue refleja un escenario de máxima tensión política y militar en el Caribe, donde Estados Unidos busca ampliar su control estratégico en cooperación con países aliados, mientras Venezuela se atrinchera con un discurso de soberanía y resistencia.
Fuente del video: MEGA NOTICIAS



