NUEVA YORK.- Tratar de adivinar el futuro siempre ha sido difícil, especialmente en el béisbol.
Eso incluye el intentar identificar a los jugadores que, luego de buenos inicios, mantendrán niveles de alta producción hasta estar cerca de la agencia libre y, por ende, del gran dinero de las Grandes Ligas del béisbol estadounidense (MLB).
Después que los dominicanos Juan Soto ($765 millones por 15 años con los New York Mets) y Vladimir Guerrero Jr. ($500 millones por 14 años con los Toronto Blue Jays) se convirtieron en dos de los tres mejores pagados de la historia, con el japonés Shohei Ohtani ($700 millones por 10 años con los Los Angeles Dodgers) en el medio, la gran pregunta que surge es ¿cuáles son los jugadores latinos mejor posicionados para firmar los pr[oximos mega contratos?
Comencemos por establecer en 10 años y $300 millones de dólares los parámetros para considerar un acuerdo como «mega contrato» y descartemos a los jugadores que, por su edad o compromisos pendientes, ya dejaron de ser candidatos idóneos para firmar contratos muy largos.
En MLB hay seis peloteros latinos activos que están bien encaminados en sus carreras como para ser candidatos al Salón de la Fama de Cooperstown: Los venezolanos José Altuve, de los Houston Astros, y Salvador Pérez, de los Kansas City Royals; los dominicanos Manny Machado, de los San Diego Padres, y José Ramírez, de los Cleveland Guardians; el puertorriqueño Francisco Lindor, de los New York Mets, y el cubano Aroldis Chapman, de los Boston Red Sox.
Ninguno de ellos encaja en la ecuación para buscar en el futuro un megacontrato.
Kansas City posee una opción para 2026 sobre Pérez, quien tiene 35 años, y Boston extendió su control sobre Chapman, de 37 años, al menos hasta 2027. Machado ($350 millones por 11 años), Altuve ($125 millones por 5 años), Lindor ($341 millones por 10 años) y Ramírez ($141 millones por 7 años) están firmados con sus equipos hasta los 40, 39, 37 y 35 años, respectivamente.
Estrellas jóvenes como los dominicanos Fernando Tatis Jr., de San Diego, y Rafael Devers, de los San Francisco Giants, poseen contratos de $340 y $313 millones que concluirán cuando hayan cumplido 35 y 36 años, respectivamente, mientras que el OF venezolano Ronald Acuña Jr. (firmado por 8 años y $100 millones, más dos opciones del club), saldrá de la tutela de los Atlanta Braves a una edad relativamente adecuada (31 años), pero con un expediente de lesiones que compromete la longitud de su próximo contrato.
El dominicano Framber Valdez y los venezolanos Ranger Suárez, Gleyber Torres y Eugenio Suárez estarán entre los principales agentes latinos del próximo invierno. Los Milwaukee Brewers simplemente tienen que ejecutar una opción de $8 millones en el contrato actual del derecho dominicano Freddy Peralta para retrasar su entrada al mercado hasta el 2027, junto con el torpedero quisqueyano Jeremy Peña y el receptor venezolano William Contreras.
Todos ellos están en la fila para devengar grandes salarios, pero no necesariamente en pactos de una década y más de $300 millones.
El jardinero venezolano Jackson Chourio, de Milwaukee, tiene la edad (21 años) y la calidad para entrar en cualquier proyección a largo plazo, pero está amarrado por una década en un pacto muy parecido al que firmó Acuña. Los Brewers firmaron a Chourio por ocho años y $82 millones, pero retienen dos opciones que le dan control sobre el jugador hasta 2033.
El jardinero dominicano Oneil Cruz, de los Pittsburgh Pirates es un caso enigmático: El otrora torpedero tiene todas las herramientas para encabezar esta lista, pero la realidad es que casi cinco años después de su debut aún no logra esa temporada especial que hemos esperado desde que estaba en ligas menores. Cruz tendrá que explotar al máximo su talento en las próximas temporadas para colocarse en la fila de los mega contratos.
Eso nos deja a tres dominicanos con genuino potencial para, en caso de esperar hasta la agencia libre, aspirar a contratos superiores a los 10 años y/o $300 millones: El jardinero Julio Rodríguez, de los Seattle Mariners; el torpedero Elly De La Cruz, de los Cincinnati Reds, y el antesalista Junior Caminero, de los Tampa Bay Rays.
Antes del inicio de la temporada del 2022, Rodríguez y Seattle acordaron una larga y enredada extensión que garantiza al jugador $120 millones hasta el 2029 y que podría convertirse en un pacto global de $470 millones, uno de los más grandes de la historia, pero amarrado a una serie de condiciones que dejan abiertas varias opciones.
Después del 2028, los Mariners pueden ejercer una opción por ocho o diez años adicionales, dependiendo del desempeño del pelotero en los años previos, pero si el club opta por no hacerlo, entonces Rodríguez tiene el poder de activar una opción de jugador de cinco años y $90 millones o convertirse en agente libre en el mejor momento de su carrera.
A los 23 años, De la Cruz ya ha participado en dos Juegos de Estrellas y tiene 138 bases robadas y 59 cuadrangulares. Debido a sus condiciones atléticas, talento y fuerza, De la Cruz está proyectado para alcanzar el 30-30 y amenazar el 40-40 un par de veces antes de ser elegible para la agencia libre del invierno del 2029, cuando tendrá 27 años.
En su primera temporada completa en Grandes Ligas, Caminero (44 jonrones, 28 dobles, 109 impulsadas y 91 anotadas) se convirtió en uno de los jugadores de 21 años o menos, más productivos de la historia. El quisqueyano fue el 3B en la alineación titular de la Liga Americana y quedó segundo en el Derby de Jonrones.
Caminero, quien tendrá 22 años y 85 días cuando expire la serie regular el domingo, acumula 201 hits, 51 jonrones, 38 dobles, 134 impulsadas y 110 anotadas en sus primeros 200 juegos con los Rays.
Muy probablemente, tanto De la Cruz como Caminero, recibirán ofertas de extensiones largas que les impida llegar a la agencia libre en los plazos establecidos, pero eso no significa que no firmarán mega contratos, incluso si los mismos están condicionados a una serie de cláusulas y opciones como ocurre con Rodríguez.