Durante años, Nusret Gökçe, conocido mundialmente como Salt Bae, fue un fenómeno viral gracias a su icónico gesto de lanzar la sal, que lo catapultó a la fama en 2017.
Ese reconocimiento digital lo llevó a abrir lujosos restaurantes en ciudades como Dubái, Londres y Miami, donde una cena podía alcanzar hasta 2,000 dólares. Más que la gastronomía, el verdadero atractivo para muchos clientes era obtener una fotografía junto a él.
Sin embargo, con el paso del tiempo su figura comenzó a apagarse. Denuncias por abusos laborales y presunto reparto injusto de propinas afectaron su reputación. Aunque todavía mantiene operaciones en Miami y Nueva York, varios de sus locales en Estados Unidos han cerrado.
Hoy, Salt Bae ya no brilla como antes: su fenómeno viral se ha transformado en la historia de una estrella que perdió fuerza con el tiempo.