El CAIRO. — Las negociaciones indirectas entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás comenzaron este lunes en Egipto para discutir los términos del plan del presidente estadounidense, Donald Trump, destinado a poner fin a la guerra en la Franja de Gaza, informaron a EFE dos fuentes conocedoras del proceso.
Las conversaciones, mediadas por Estados Unidos, Egipto y Catar, se desarrollan entre equipos técnicos —no políticos— en la ciudad turística de Sharm el Sheij, al sur del Sinaí, y se espera que se prolonguen varios días, según fuentes egipcias de seguridad.
No obstante, las reuniones comenzaron en medio de tensiones debido a la ausencia de negociadores israelíes de alto nivel.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había ordenado al ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, encabezar la delegación, pero finalmente pospuso su llegada hasta el miércoles, cuando también arribarán el enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, y el asesor presidencial Jared Kushner.
Una fuente egipcia acusó a Netanyahu de “crear obstáculos” al enviar una delegación de “expertos técnicos sin ninguna autorización real”, lo que, según dijo, dificulta los avances y reduce las posibilidades de un acuerdo rápido.
Entre los puntos más sensibles del plan de Trump figuran la transferencia de la administración de Gaza de manos de Hamás a una autoridad de transición, la creación de una fuerza internacional para mantener la estabilidad, el retiro gradual de las fuerzas israelíes y el establecimiento de un calendario preciso para esas medidas.
Los mediadores, según las fuentes, enfrentan una “larga lista de asuntos complicados”, especialmente la demanda de Hamás de liberar a presos palestinos de edad avanzada e influencia política, algo que Israel se resiste a aceptar.
De acuerdo con el plan propuesto por Trump, la primera fase de las negociaciones en Egipto busca el intercambio de rehenes israelíes —vivos o muertos— por cientos de prisioneros palestinos, además del cese inmediato de la guerra y la formación de un gobierno de transición en Gaza.
La propuesta también plantea la desmilitarización de la Franja y deja abierta la posibilidad de discutir la creación de un Estado palestino en el futuro, una opción que Netanyahu ha rechazado públicamente.
