Sosúa, Puerto Plata.- La comunidad de Sosúa atraviesa un momento de incertidumbre. Tras las recientes acciones del Gobierno y el Ministerio de Turismo —incluyendo la intervención del proyecto Atlántico y los operativos de limpieza social que han reducido drásticamente la prostitución callejera— la población se pregunta: ¿y ahora qué sigue?
El discurso oficial ha sido el de “rescatar el turismo familiar”, pero hasta la fecha no se ha presentado ningún plan estructurado que indique cómo se logrará esa meta.
Mientras tanto, comerciantes, emprendedores, taxistas, hoteleros, instructores de buceo y cientos de familias viven en la incertidumbre económica.
La pregunta que recorre las calles, los grupos comunitarios y los medios locales es una sola:
“¿Cuál es el plan del Gobierno para devolverle a Sosúa su economía basada en el turismo sano, familiar y sostenible?”
No se trata de criticar la intervención ni de negar la necesidad de reordenamiento. Se trata de pedir claridad, visión y compromiso.
Toda política pública que afecta a una comunidad debe estar acompañada de una estrategia de desarrollo local: inversión en infraestructura turística, promoción internacional, estímulo a las pequeñas empresas y capacitación para la población.
En este sentido, El Nuevo Norte – InfoENN propone que la Asociación para el Desarrollo Sostenible de Sosúa y las demás entidades comunitarias soliciten formalmente al Gobierno un informe detallado sobre las medidas que se están tomando o se tomarán para atraer nuevamente al turismo familiar, de aventura y de buceo.
Las autoridades —municipales, turísticas y del gobierno central— tienen la obligación moral y política de explicar al pueblo qué viene después de la limpieza.
El silencio no construye confianza, y la falta de un plan solo profundiza la desesperanza.
Sosúa no puede quedarse en pausa.
El turismo familiar no se decreta, se construye.




