Baní, provincia Peravia.– Decenas de familias del sector 30 de Mayo viven momentos de angustia y desesperación tras perderlo todo debido al desborde de una cañada, provocado por las intensas lluvias del huracán Melissa que azotaron la zona sur del país.
Entre lágrimas, Yane Montilla Peña, madre de un niño de 10 años y abuela de una bebé de siete meses, relató cómo en cuestión de minutos el agua destruyó su vivienda.
“Se me fue la casa, no pude recuperar nada… me quedé sin nada. Me tuvieron que dar hasta ropa”, contó, aún temblando del susto.
Junto a ella, su padre —quien utiliza una silla de ruedas— fue rescatado por vecinos que también resultaron afectados. En toda la comunidad, los testimonios se repiten con la misma mezcla de dolor y resignación.
Carlos Antonio Presinal, de 53 años, narró que el agua entró sin aviso y arrasó con todo lo que tenía.
“La gente me está dando ropa porque se me fue todo”, dijo con la voz entrecortada.
Otros, como Odalis Rodríguez, apenas lograron sobrevivir.
“El agua me llegaba al cuello y tuve que echarme a mi nieto de cinco meses en la cabeza para salvarlo”, contó.
🏚 Una comunidad devastada
El desbordamiento ocurrió alrededor de las 2:00 de la tarde, sorprendiendo a las familias que no tuvieron tiempo de escapar. Karina Lara y su esposo Yansel Montero tuvieron que romper una pared para poder salir.
“La puerta no se abría, el agua nos tumbó… rompimos atrás para escapar”, relató ella.
En la zona, más de 20 viviendas quedaron completamente anegadas. Neveras, camas, electrodomésticos y documentos se perdieron bajo el lodo.
“Eso parecía un brazo de mar”, dijo entre lágrimas Marilyn Núñez, quien también perdió los documentos de sus hijos.
A pesar del desastre, los vecinos se han unido para ayudarse entre sí, compartiendo lo poco que les queda.
“Aunque no tengamos nada, estamos vivos. Eso es lo más importante”, expresó Greisy, mientras removía el barro en busca de ropa rescatable.
🌧 Emergencia en toda la provincia
La Defensa Civil de Peravia confirmó que las lluvias de Melissa provocaron severas inundaciones en Baní, La Colina, El Llano, Mamagina, El Sombrero, La Raqueta, El Carretón y Nizao, donde se desbordó la cañada La Pava.
El director provincial de la Defensa Civil, Rafael Miguel Bello, informó que 56 familias fueron rescatadas, incluyendo niños y personas envejecientes atrapadas por la crecida del río Baní y las cañadas cercanas.
En la zona de Pueblo Nuevo, dos viviendas colapsaron por un deslizamiento de tierra, aunque no se reportaron víctimas mortales. Las comunidades de La Jima, El Recodo y Las Yayitas permanecen incomunicadas.
Bello pidió la intervención urgente del Ministerio de Obras Públicas, debido a la acumulación de agua que afecta la carretera Baní–Caldera, dificultando el tránsito vehicular.
