Santiago de Cuba. — La provincia de Santiago de Cuba enfrenta este miércoles una situación crítica tras el impacto directo del huracán Melissa, que tocó tierra en el oriente cubano como categoría 3, con vientos sostenidos de 185 kilómetros por hora y lluvias torrenciales que han provocado inundaciones, deslizamientos y graves daños materiales.
De acuerdo con reportes de medios internacionales y autoridades locales, más de 735 mil personas fueron evacuadas en las provincias orientales, incluyendo Santiago, Granma y Guantánamo, como parte del operativo de emergencia más grande en la isla desde el paso del huracán Sandy en 2012.
Las lluvias intensas han generado crecidas de ríos, derrumbes en zonas montañosas y penetraciones del mar en comunidades costeras. En Santiago de Cuba se reportan barrios enteros sin energía eléctrica y múltiples viviendas afectadas por la fuerza de los vientos. Un grupo de 17 personas fue rescatado tras quedar atrapado por un deslizamiento en las afueras de la ciudad.
El gobierno cubano mantiene suspendidas las clases y el transporte en todo el oriente, mientras brigadas de rescate, bomberos y equipos eléctricos trabajan bajo condiciones adversas para restablecer los servicios básicos.
La Defensa Civil ha pedido a la población mantenerse en refugios y evitar circular por las calles hasta que las autoridades confirmen el cese del peligro. Se prevé que Melissa continúe desplazándose lentamente hacia el noroeste durante las próximas horas, dejando fuertes lluvias sobre todo el oriente cubano.




