La expectativa crece entre la comunidad astronómica ante la llegada de 3I/ATLAS, el tercer cometa interestelar detectado en la historia. Procedente de otro sistema estelar, este visitante alcanzará su punto más cercano al Sol el 29 de octubre, a unos 200 millones de kilómetros, antes de emprender su salida definitiva del sistema solar.
De acuerdo con la NASA y la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), 3I/ATLAS será objeto de una campaña internacional de observación debido a sus características poco comunes. A diferencia de los cometas tradicionales, su trayectoria hiperbólica lo llevará a rodear el Sol como una herradura antes de desaparecer hacia el espacio interestelar a más de 220.000 km/h, sin representar ningún tipo de amenaza para la Tierra.
Un visitante enigmático del espacio profundo
Según Wired, el cometa presenta propiedades químicas y dinámicas nunca antes observadas. Los análisis preliminares revelan una composición anómala: contiene níquel, pero no hierro, una rareza entre los objetos helados conocidos.
Además, su cola parece orientarse hacia el Sol, en lugar de alejarse de él, un fenómeno que los astrónomos atribuyen a su estructura volátil y a la evaporación prematura de materiales desconocidos.
Estas particularidades han convertido a 3I/ATLAS en un laboratorio natural para el estudio del material interestelar. Los científicos creen que su origen podría remontarse a una estrella mucho más antigua que el Sol, lo que permitiría conocer mejor cómo se formaron los primeros sistemas planetarios de la galaxia.
Durante los próximos meses, telescopios de observatorios en Hawái, Chile y España seguirán su evolución hasta que se vuelva prácticamente imperceptible.
Entre la ciencia y la especulación
Mientras la IAWN organiza su observación científica, el cometa también ha sido objeto de teorías más controvertidas. El físico de Harvard Avi Loeb, conocido por su interés en la búsqueda de inteligencia extraterrestre, ha sugerido que 3I/ATLAS podría mostrar un “comportamiento tecnológico”, una idea sin respaldo empírico pero que ha generado debate.
En una charla reciente, Loeb bromeó sobre la posibilidad de que el cometa fuera una “nave nodriza”, aunque él mismo admite que la probabilidad de que eso sea cierto es mínima.
Wired aclara que la NASA no ha activado ningún protocolo de defensa planetaria, como algunos rumores afirmaban. En realidad, el estudio de 3I/ATLAS forma parte de los ejercicios rutinarios de seguimiento coordinados por la ONU para medir la precisión orbital de objetos espaciales. Su observación busca mejorar los métodos de detección y análisis, no responder a una amenaza real.
El acercamiento de 3I/ATLAS marcará un hito para la ciencia moderna. Por tercera vez, la humanidad podrá observar de cerca un cuerpo interestelar, una oportunidad excepcional para estudiar materiales que se formaron fuera del sistema solar.





