La demócrata Abigail Spanberger ganó este martes las elecciones para gobernadora de Virginia, al imponerse a la vicegobernadora republicana Winsome Earle-Sears, en una contienda que representa una victoria clave para el Partido Demócrata de cara a los comicios legislativos de medio término de 2026. Con su triunfo, Spanberger se convierte en la primera mujer en gobernar el estado.
El resultado marca un cambio en el control político de la gobernación, ya que la excongresista sucederá al actual mandatario republicano Glenn Youngkin, cuyo mandato concluye próximamente.
Durante su campaña, Spanberger centró su mensaje en temas económicos y en la defensa de la clase media, una estrategia que podría servir de modelo para otros candidatos demócratas que buscan recuperar terreno frente a la influencia del presidente Donald Trump y los republicanos en Washington, así como en los gobiernos estatales.
A lo largo de la contienda, la nueva gobernadora electa cuestionó las políticas económicas de Trump y vinculó directamente a su rival con el mandatario, respaldando su mensaje con una amplia inversión publicitaria. Spanberger recorrió todo el estado, incluyendo regiones tradicionalmente conservadoras, consolidando una base de apoyo diversa que finalmente la llevó a la victoria.
Sin embargo, también enfatizó su apoyo a los derechos al aborto en el último estado del viejo sur que no ha promulgado nuevas restricciones o prohibiciones sobre el procedimiento, y criticó al Departamento de Eficiencia Gubernamental de Trump, el cierre del gobierno de Estados Unidos y su impacto negativo en un estado con cientos de miles de empleados federales.
Ese enfoque ayudó a animar a los principales partidarios de los demócratas y también atrajo a los votantes indecisos que eligieron a Youngkin hace cuatro años.
Mientras tanto, los republicanos deben lidiar nuevamente con una derrota en un estado reñido.
Trump nunca hizo campaña para Earle-Sears, aunque le dio su tibio apoyo. Su alianza incómoda plantea preguntas sobre el candidato republicano ideal para elecciones generales disputadas y sobre cómo la volátil posición del presidente con los votantes podría afectar a los candidatos republicanos el próximo año. Las elecciones de mitad de periodo decidirán el control de las legislaturas estatales en docenas de estados y determinarán si los republicanos mantienen mayorías en Washington durante los últimos años de la presidencia de Trump.
