Cabarete, Puerto Plata.- Una nueva tragedia enluta la zona norte. Un hombre identificado como Jiobanny María García De La Cruz, residente en el municipio de Salcedo, comunidad Ojo de Agua, perdió la vida este lunes tras ser rescatado de las aguas en la playa de Cabarete, específicamente frente a la entrada de La Ciénaga.
De acuerdo con testigos, el señor Jiobanny fue rescatado por bañistas que se encontraban en el lugar y luego asistido por miembros del Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1, quienes le brindaron los primeros auxilios. Sin embargo, pese a los esfuerzos realizados, no lograron reanimarlo.
Comunitarios del área han hecho un llamado urgente a las autoridades para que cierren temporalmente esa zona y refuercen la seguridad, debido a que presenta corrientes fuertes, zonas profundas y carece de vigilancia permanente.
Torrez de vigilancia sin terminar desde 2020
Mientras bañistas nacionales y extranjeros continúan perdiendo la vida en las playas del litoral norte, las torres de vigilancia prometidas por el presidente Luis Abinader desde su primera visita a Puerto Plata en el año 2020 permanecen sin terminar ni equipar.
Estas estructuras, que serían instaladas para reforzar la seguridad turística y prevenir ahogamientos, hoy lucen abandonadas, sin equipos ni personal, lo que ha generado fuertes críticas hacia los funcionarios responsables de dar seguimiento al proyecto.
“Es una vergüenza ver cómo dejan la palabra del presidente en vano. Las torres están ahí, vacías, sin personal ni salvavidas que puedan atender una emergencia”, expresaron residentes y empresarios turísticos de Cabarete.
Indignación y reclamo ciudadano
Los comunitarios denuncian que las playas más concurridas, visitadas cada semana por miles de turistas nacionales y extranjeros, continúan sin supervisión ni medidas de prevención adecuadas, a pesar de los reiterados llamados de auxilio tras tragedias similares.
“¿Cuántos más tienen que ahogarse para que pongan a funcionar las torres en Cabarete?”, cuestionan los residentes, quienes exigen acciones inmediatas al Gobierno central y al Ministerio de Turismo para instalar salvavidas permanentes, señalizar las zonas peligrosas y activar las torres de vigilancia anunciadas hace más de cuatro años.
Las autoridades aún no han ofrecido una respuesta oficial sobre los retrasos ni sobre nuevas medidas de seguridad en el área. Mientras tanto, la comunidad vive en alerta y el dolor vuelve a golpear a una familia dominicana.
