Residentes del sector Padre Granero, en Puerto Plata, realizaron un llamado urgente a Coraapplata ante la grave situación que enfrentan desde hace varias semanas con el agua que llega a sus hogares, la cual aseguran presenta un olor insoportable, similar al de un sistema séptico.
Los denunciantes afirman que el agua distribuida no puede ser utilizada ni almacenada debido al fuerte hedor, lo que ha obligado a muchas familias a comprar agua adicional para tareas básicas del hogar. Explican que, al abrir las tuberías, el olor es tan intenso que resulta imposible pensar que se trate de agua potable.
Ante esta situación, los moradores exigen que Coraapplata investigue inmediatamente el origen del problema, debido a la sospecha de que la contaminación pudiera provenir de un pozo séptico, tuberías dañadas o depósitos no tratados adecuadamente. Señalan que el suministro llega con mal olor y, al poco tiempo, el agua se corta sin explicación.
Las familias afectadas reiteran su preocupación por posibles riesgos de salud, especialmente para niños y envejecientes, y exigen una respuesta clara de la institución responsable del servicio.
“Queremos saber de dónde están mandando esa agua. No se puede usar, no se puede guardar, y no es justo que llevemos semanas así”, expresaron los comunitarios.
Los residentes pidieron la presencia inmediata de brigadas técnicas, análisis del agua y una explicación pública que garantice un servicio seguro y de calidad.




