Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima Plataforma Bionand) y de la Universidad de Málaga, en España, han identificado nuevos marcadores en la sangre que reflejan el estado del hipocampo, una zona clave del cerebro para la memoria, lo que abre nuevas posibilidades para la detección temprana del alzhéimer antes de la aparición de los primeros síntomas.
El equipo encontró que ciertos “complejos moleculares” presentes en el hipocampo pueden localizarse también en las células blancas de la sangre, estos complejos están formados por proteínas receptoras asociadas a procesos esenciales para la salud cerebral, como la formación de nuevas neuronas y la capacidad del cerebro para adaptarse al aprendizaje, según informó este miércoles Ibima en un comunicado.
Aunque los resultados obtenidos en modelos animales “son muy alentadores”, los investigadores señalaron que el siguiente paso será validar estos hallazgos en estudios con personas, con el fin de confirmar su utilidad clínica y complementarlos con otras técnicas, esta línea de investigación plantea, según sus autores, “una alternativa innovadora: una forma sencilla y no invasiva de detectar los primeros cambios que se producen en el cerebro antes de que la persona empiece a notar problemas de memoria u otros síntomas”.
Para avanzar en este objetivo, el equipo utilizó dos modelos experimentales en ratas que reproducen diferentes fases del alzhéimer. Uno simulaba una etapa temprana de la enfermedad y otro representaba una más avanzada, y en ambos se observaron alteraciones tanto en el hipocampo como en la sangre.
Los resultados obtenidos se consideran “especialmente prometedores” porque demuestran que “existe una conexión directa entre lo que pasa en el sistema nervioso central y en el sistema inmunológico del cuerpo, algo que hasta ahora no se había podido demostrar con esta claridad”, esta conexión abre la puerta a que un simple análisis de sangre, mediante una técnica llamada PLA (ensayo de ligación por proximidad), pueda convertirse en una herramienta capaz de identificar a personas en riesgo antes de que aparezcan los síntomas y permitir la aplicación de tratamientos cuando aún pueden resultar más efectivos.
El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta gravemente a la memoria y otras funciones mentales, y provoca la pérdida progresiva de neuronas, su detección temprana es fundamental para retrasar o frenar la evolución de los deterioros cognitivos; sin embargo, las pruebas actuales, como el análisis del líquido cefalorraquídeo o las técnicas de imagen cerebral, entre ellas el PET, son invasivas, costosas o poco accesibles, y suelen detectar la enfermedad cuando ya está en fases avanzadas. Frente a estas limitaciones, el estudio malagueño propone un avance que podría transformar el diagnóstico temprano.
“Hemos encontrado una forma de observar el estado del cerebro a través de la sangre”, afirmó Isabel Moreno-Madrid, una de las líderes del estudio, quien destacó que este descubrimiento “acerca a una medicina más personalizada”. Su colega Pedro Serrano-Castro subrayó que estos hallazgos podrían marcar un antes y un después en la forma de abordar una de las enfermedades neurodegenerativas más extendidas del mundo.




