Santo Domingo.- Comerciantes que durante décadas dependieron del flujo constante de visitantes, empleados penitenciarios y suplidores enfrentarán un fuerte impacto económico tras el cierre técnico del penal de La Victoria, que por más de 70 años fue el principal motor económico de la comunidad.
La disposición de las autoridades de cerrar el penal y trasladar a los reclusos al Centro Correccional de Las Parras, en el municipio de Guerra, ha provocado una drástica reducción de la actividad comercial en la zona, mientras algunos mantienen la esperanza de que las autoridades no los abandonen.
Aunque reconocen la necesidad de mejorar el sistema penitenciario nacional y trasladar a los reclusos a instalaciones más modernas, todavía quedan algunos privados de libertad en el recinto penitenciario, pero el cierre técnico pone fin a una etapa histórica para La Victoria, dejando en incertidumbre a decenas de familias que por más de siete décadas encontraron en la cárcel su principal fuente de ingresos.
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