Alexander Zverev es un tenista diferente. Muchas cosas han pasado desde que en 2020 alcanzara la que era la primera y única final de 'Grand Slam'. Fue en el US Open y perdió en cinco sets con el austriaco Dominic Thiem. Ahora tiene una segunda oportunidad ante Carlos Alcaraz en Roland Garros.
"Lo recuerdo. No estaba preparado ni era lo suficiente maduro. Hoy creo que lo soy, ya tengo 27 años. Tenía dos sets de ventaja y 'break' arriba en el tercero y perdí", reflexiona.
David Ferrer era su entrenador y le daba instrucciones a distancia, a través del móvil, por la pandemia como consecuencia del coronavirus. Antes había tenido de preparador a Juan Carlos Ferrero, en la actualidad en el banquillo de Alcaraz.
Desde entonces, la carrera de Sascha, un tenista señalado como uno de los elegidos para relevar al 'Big Three', ha estado marcado por la doble acusación de violencia de género por parte de dos de sus exparejas: Olga Sharipova y Brenda Patea, que es a su vez la madre de su único hijo.
Algunos periodistas están más interesados en obtener clics con sus noticias sobre esto que en obtener la verdad",
El 31 de mayo, mientras Zverev estaba celebrando su pase a la tercera ronda de Roland Garros, en la corte de Berlín se iniciaba un juicio contra el tenista por malos tratos. Siete días después, horas antes de saltar a disputar la semifinal con Casper Ruud, el caso quedó archivado.
"Se ha cerrado y yo paso página. Soy inocente, de otra manera no se archiva. No quiero que nadie me vuelva a preguntar por esto. Han sido cuatro años", decía Zverev, interrogado por ello pocos minutos después de clasificarse para su primera final en el grande de la tierra. Tendrá que pagar, eso sí, una multa de 200.000 euros como parte del acuerdo para terminar el proceso. Inicialmente, un tribunal de Alemania le condenó en octubre a desembolsar 450.000 euros.
"Creo firmemente en la justicia alemana. A a prensa le interesan más los clics que la verdad", repetía Sascha, que fue incluso investigado por parte de la ATP, el máximo organismo que rige el circuito masculino. No se encontró nada en su contra por lo que no pudiera seguir jugando torneos. Se mantuvo, de hecho, en el consejo de jugadores.