Donald Trump fue rozado por un disparo durante un mitin en el que participaba este sábado 13 de julio en la localidad de Butler, en Pensilvania. Pasadas las 18:10, hora local, Trump detuvo su discurso tras escuchar varios disparos. El expresidente y candidato a la presidencia por el Partido Republicano se tocó la oreja y cayó al suelo.

Inmediatamente, los agentes del Servicio Secreto que escoltaban a Trump se abalanzaron sobre él para protegerlo, mientras la multitud gritaba. Cuando Trump estaba ya en el suelo, se oyeron más rondas de disparos. El presidente, rodeado por agentes, se alzó con la cara manchada de sangre y una herida visible en la oreja derecha.

El tirador fue abatido y murió en el acto tras efectuar los disparos. Un asistente al mitin murió y otro está herido de gravedad, según informó el departamento de policía del condado de Butler. Los agentes del Servicio Secreto confirmaron: «el tirador ha sido abatido».

Trump alzó el puño y gritó: «¡Luchad, luchad!». Antes se le oyó en la transmisión del mitin pidiendo a los agentes que le permitieran ponerse sus zapatos. La multitud coreaba: «USA, USA». Trump fue rápidamente llevado a un coche blindado y trasladado a un hospital cercano, donde fue tratado.

Según muestran unas imágenes tomadas por asistentes el mitin, el tirador estaba encima del tejado de un edificio cercano, adonde habría subido con un rifle.

En menos de una hora, la campaña de Trump informó que el presidente estaba bien de salud y que sus heridas eran solo leves. El expresidente agradeció a los agentes de policía y a los médicos por la atención que recibió tras los disparos.Un intento de asesinato de este tipo no es algo insólito. Presidentes como Abraham Lincoln y John Kennedy murieron asesinados a tiros. El presidente Ronald Reagan fue disparado a las puertas de un hotel en Washington y tuvo que ser operado, sufriendo secuelas toda su vida.

Trump lidera las encuestas para las elecciones del 5 de noviembre, en las que se enfrentará al presidente Joe Biden. Este fue informado de los disparos en su residencia de Rehoboth, en el estado de Delaware, donde está pasando el fin de semana.

Los mítines de Trump cuentan con seguridad y normalmente se registra a quienes asisten para prevenir este tipo de agresiones. Además, el candidato tiene escolta del Servicio Secreto, algo habitual entre los expresidentes.

El Partido Republicano se dispone a viajar a la ciudad de Milwaukee, en Wisconsin, donde tendrán su congreso antes de las elecciones. En este, se declarará a Trump candidato oficial y él anunciará su elección de vicepresidente.

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