Óscar Zazo, una figura destacada en la vida cultural y deportiva de la República Dominicana, ha dejado una marca indeleble desde su llegada al país en 1989. Inicialmente reconocido por su rol como entrenador de la Selección Nacional de karate, Zazo ha expandido su influencia a múltiples áreas, destacándose tanto en el ámbito académico como en el literario.
En 1993, Zazo fundó el Karate Club Sosúa, una institución que sigue siendo un pilar del karate en la región. Con un impresionante rango de Cinturón Negro 7mo. DAN, su dedicación al arte marcial no se detiene ahí; actualmente, preside el Tribunal de Grados de la Federación Dominicana de Karate, asegurando la excelencia y disciplina en la práctica de este deporte.
Zazo no solo se ha distinguido en el ámbito deportivo, sino también en el académico. Con un Doctorado en Historia del Caribe, su pasión por el conocimiento lo ha llevado a compartir su sabiduría como profesor de Ciencias Sociales en la International School of Sosúa y como docente esporádico en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), donde imparte cursos de maestría en Historia Aplicada a la Educación.
Su amor por las letras ha producido una prolífica carrera literaria. Zazo es autor de novelas, cuentos y ensayos, con varios libros publicados y reconocimientos en prestigiosos concursos literarios como Casa de Teatro, Alianza Cibaeña, Radio Santa María y el Ministerio de Educación. Además, es miembro fundador de Jueves Literarios de Sosúa, un espacio dedicado a la promoción y apreciación de la literatura.
En la actualidad, Óscar Zazo dirige el proyecto de turismo rural "La Casona Río Yásica" en Los Brazos, Jamao al Norte. Este refugio ofrece a sus visitantes una oportunidad única para relajarse y conectarse con la naturaleza en un entorno sereno y acogedor, combinando su amor por la historia, la cultura y la naturaleza en un solo lugar.
La trayectoria de Óscar Zazo es un testimonio de su versatilidad y compromiso con el enriquecimiento cultural y educativo de la República Dominicana. Su influencia se extiende desde los tatamis de karate hasta las aulas y las páginas de sus libros, dejando una huella duradera en cada área que toca.