Siempre he dicho que el presidente Luis Abinader es mucho más con demasiado, que es el presidente del pueblo, que es el presidente cercano y bueno.
El mal ganó en lugar del bien, y eso nos hizo perder por el momento la oportunidad de elegir un camino que podría haber garantizado un mejor futuro para todos, pero en especial para los jóvenes y la clase pobre.
He estado pensando en la difícil situación que enfrentará nuestro país en un futuro no muy lejano tras la decisión del presidente Luis Abinader de revertir la reforma fiscal.
Es preocupante ver cómo la manipulación periodística, las redes y la desinformación han tomado fuerza y se ha transformado en una creencia común de que es una verdad, de que la reforma fiscal nos perjudica a todos, entre muchas personas que no piensan en el futuro de las nuevas generaciones; los ignorantes nos ponen en riesgo a todos como nación.
El mundo no anda bien, todo cambió, tenemos guerras, cambio climático y pandemias que surgen de repente. Tenemos que tener presente que un cáncer que no se trata a tiempo entra en metástasis y las consecuencias pueden causar muchos daños o la muerte.
El presidente Abinader ha respondido a la oposición de forma inteligente y que ellos no esperaban.
Los estúpidos celebran y los inocentes también, mostrando su poca visión o conocimiento sobre hacia dónde nos encaminamos por estar dejando para después el extirpar el cáncer para que no nos dañe otros órganos.
Ese otro órgano puede ser la democracia, porque nos puede sorprender que durante muchos años nunca se tomó la decisión médica recomendada en economía.
La falta de un liderazgo responsable en la oposición es evidente, y se entiende, otros son los creadores del mal y después vienen en defensa del pueblo, ¿así no, manito?
Ya no tenemos políticos con ideales y un alto sentido de inteligencia política como lo eran el profesor Juan Bosch, el doctor Peña Gómez o el estadista Joaquín Balaguer, cuyo enfoque estaba en las necesidades de la gente, en el bien colectivo y la prudencia dentro de sus responsabilidades como líderes.
Hoy parece que la clase política de oposición no entiende lo que verdaderamente necesitan los dominicanos y que se tiene que conservar por encima de todo que los jóvenes tengan asegurado un futuro de bienestar y prosperidad.
Sin voces autorizadas y comprometidas con el bienestar de la sociedad, nos enfrentamos a una situación preocupante.
Si no actuamos hoy, podríamos ver un futuro lleno de mucho sufrimiento y lamentaciones.
Si no se organiza la economía de la casa, no tendremos la fuerza financiera suficiente para superar los retos económicos negativos que heredó el presidente Luis Abinader.
Miremos lo que ha pasado en otros países que alguna vez fueron ejemplos a seguir, como Ecuador, Costa Rica, Honduras y Perú. Miren por dónde transitan Argentina y Chile, potencias alimentarias y mineras, y no tienen estabilidad; esto nos debe hacer reflexionar y actuar.
Felicito al presidente Luis Abinader por su disposición al diálogo y la búsqueda de soluciones; esperemos resultados positivos a través de conversaciones abiertas y sinceras por parte de la oposición, los empresarios y la sociedad civil.
Mantengo la esperanza de que siempre habrá un camino seguro que conduce hacia lo mejor para todos.
Luis Medrano
Letal
Sean buenos siempre.
