Santo Domingo.- Cada último viernes de noviembre, miles de comercios alrededor del mundo celebran el Black Friday, una jornada que promete grandes descuentos en productos como electrodomésticos, ropa y dispositivos electrónicos. Esta fecha, considerada el inicio de la temporada de compras navideñas, se ha consolidado como una estrategia comercial clave para empresas que buscan aumentar significativamente sus ventas.

El término Black Friday se originó en la ciudad de Filadelfia, en la década de 1950. En ese entonces, la policía local describía así el caos generado por las multitudes que abarrotaban las calles tras el Día de Acción de Gracias, previo al clásico partido de fútbol americano universitario. El desorden y las largas jornadas para los agentes marcaron el inicio de una tradición que, con los años, tomó un rumbo distinto.

En los años 80, el Black Friday adquirió una connotación más comercial. Los minoristas comenzaron a utilizar esta fecha como el momento para revertir sus pérdidas y “pasar de los números rojos a los negros”, refiriéndose al uso de tinta negra en la contabilidad para indicar ganancias. Así nació la práctica de ofrecer descuentos masivos que atraen a millones de compradores cada año.

Hoy en día, el Black Friday es un fenómeno global que no solo impulsa la economía de las grandes empresas, sino también la de pequeños negocios que aprovechan esta fecha para captar nuevos clientes. Con el auge del comercio electrónico, las ofertas se han extendido más allá de las tiendas físicas, convirtiendo este día en un símbolo del consumo moderno.

 
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