Los cubiertos son esos utensilios que cada día nos hacen la vida más fácil a la hora de comer haciendo más cómodo el cortar las piezas grandes con el cuchillo, tomar los alimentos que necesitan ser sujetados con el tan versátil tenedor, y la cuchara que nos ayuda a llevar los alimentos líquidos a la boca.
Estas herramientas aunque no le damos mucha importancia son significativas a la hora de ingerir los alimentos, ¿alguna vez te has preguntado de dónde proviene el nombre «cubiertos»? La historia detrás de este término es fascinante y está llena de matices.
La palabra «cubierto» proviene del latín «coopertus» y, según la Real Academia Española, tiene tres acepciones relacionadas con la mesa: el servicio compuesto por plato, cuchillo, tenedor, cuchara, pan y servilleta, el conjunto de cuchara, tenedor y cuchillo, y la pieza de cubertería.
El origen de cada utensilio tiene una historia particular. El cuchillo, por ejemplo, data de la Edad de Piedra, cuando se tallaban piedras para cortar. Con el descubrimiento de los metales, se perfeccionó la fabricación de cuchillos, que, tras siglos de evolución, comenzaron a utilizarse en la mesa a finales de la Edad Media. Durante el siglo XVII, el Cardenal Richelieu creó el cuchillo de mesa al eliminarle la punta afilada, lo que también fue apoyado por Luis XIV. Este cubierto se popularizó en Europa durante los siglos XVIII y XIX.

Mientras que la cuchara, cuyo uso remonta al Neolítico, se originó en la naturaleza con conchas y cortezas, y más tarde se fabricó con huesos, cerámica o piedra. En la antigua Mesopotamia, Egipto y Siria se hicieron piezas ceremoniales de gran valor, mientras que en la Roma antigua, el mango de la cuchara a veces servía como tenedor primitivo. A lo largo de la Edad Media, las cucharas de madera eran comunes entre las clases bajas, mientras que las de plata eran un símbolo de estatus social. Ya en el siglo XVI, las clases altas comenzaron a tener sus propios juegos de cubiertos, y en el XVIII los cubiertos se colocaban directamente sobre las mesas.
Existen diversas teorías sobre el origen de la palabra «cubiertos». La primera versión, respaldada por historiadores, sugiere que el término proviene de una antigua costumbre de las mesas nobles en el siglo XV. En aquella época, era habitual cubrir los utensilios y los alimentos con un mantel o tela para protegerlos del polvo y otros contaminantes. Esta práctica no solo mantenía la comida limpia, sino que también evitaba manipulaciones indeseadas que pudieran envenenar o estropear los alimentos. Con el tiempo, esta costumbre fue evolucionando; primero se dejaron de cubrir los alimentos y se empezó a cubrir solo los utensilios. La llegada de las servilletas marcó un nuevo capítulo, ya que se utilizaban para demostrar que los cubiertos estaban en perfecto estado y no habían sido tocados.
La segunda versión del origen del término «cubiertos» se adentra en el ámbito del idioma. Algunos expertos sugieren que proviene del latín «cooperire», que en francés se transformó en «couvert», que significa «cubierto». Además, se menciona que el término «outelier», que se refiere a los fabricantes de herramientas, podría ser el verdadero origen de la palabra. Estos «outeliers» eran los encargados de crear los utensilios de mesa, especialmente los cuchillos, que eran fundamentales para cortar y servir los alimentos.
Así que la próxima vez que te sientes a la mesa, recuerda que esos utensilios que utilizas tienen una historia rica y variada, reflejando no solo la evolución de la gastronomía, sino también las costumbres y tradiciones que han dado forma a nuestra forma de comer.


