Lorica, Córdoba.– La desesperación llevó a una familia del barrio Nuevo Oriente a recurrir a una práctica tradicional para intentar salvar a Arlidis Ozuna Rubio, una joven de 22 años que fue alcanzada por un rayo mientras lavaba ropa en el patio de su vivienda.
El fenómeno natural impactó un árbol de coco cercano, provocando un estallido que generó un incendio parcial y alcanzó a la joven, quien cayó al suelo con el cuerpo entumecido, sin fuerzas y con dificultades auditivas.
Ante el pánico y la falta de asistencia médica inmediata, sus familiares optaron por un remedio ancestral: sepultarla en el patio de su casa, dejando únicamente la cabeza descubierta, bajo la creencia de que la tierra absorbería la energía que aún permanecía en su cuerpo.
Cuatro horas bajo tierra
Testigos relataron que Arlidis permaneció cerca de cuatro horas enterrada, mientras vecinos y curiosos se aglomeraban para presenciar el inusual ritual. Para algunos, el acto representó un gesto de fe y tradición; para otros, una peligrosa decisión que pudo agravar la emergencia.
El caso ha generado debate en la comunidad sobre el choque entre prácticas culturales y la necesidad de atención médica oportuna en situaciones de este tipo.




