NUEVA YORK – Desde el miércoles, el Castillo San Felipe de El Morro, ícono turístico de San Juan, capital puertorriqueña, permanece cerrado debido al tranque en el Congreso para el financiamiento de las agencias del gobierno federal.
Puerto Rico por ser un territorio de Estados Unidos sufre también el impacto del cierre gubernamental que inició el 1 de octubre a la medianoche.
El Vocero reseñó que la clausura de la estructura, que data de la época colonial española, coincidió con la llegada a la isla del crucero Carnival Magic, con capacidad para 2,974 pasajeros.
Mañana, se espera que arribe el Norwegian Escape, con unos 4,266 pasajeros.
Sin embargo, los visitantes no podrán explorar en su totalidad la fortificación con más de 500 años de historia debido a los efectos del cierre.
El Morro es administrado por el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos (NPS). En estos momentos, esa dependencia, por no ser esencial, carece de buena parte de su personal.
Aproximadamente, el 64% de la fuerza laboral del Servicio de Parques Nacionales (NPS) fue suspendida temporalmente y los que continúen trabajando realizarán actividades “exceptuadas”.
La portavoz del NSP en San Juan, Yanira Martínez, dijo a El Nuevo Día que solo se encuentra activo personal de emergencia, unas horas al día, para limpieza de ciertas áreas y que el resto del personal permanece temporalmente fuera de labores.
Muchos de los turistas que llegaron hasta El Morro tras el cierre se expresaron sorprendidos y decepcionados de no poder entrar al fortín.
“Uno viene gastando una cantidad de dinero y está cerrado. No estamos contentos por eso. Honestamente, no, porque hemos tenido que pasar esto, que no pudimos ver lo que queríamos ver”, declaró a El Nuevo Día Hilda Landaverde, turista salvadoreña residente en Florida.
Otro turista, originario de Kentucky, dijo que planeaba recorrer el espacio histórico junto a su compañero de viaje.
“Esperábamos que estuviera abierto ayer mientras caminábamos por aquí. Nos aseguramos de volver al día siguiente en la mañana, pero no esperábamos que lo cerraran por estos problemas”, compartió Stephen a El Vocero.
A principios de semana American Federation of Government Employees (AFGE), que representa a empleados federales en Puerto Rico, envió una carta a los líderes demócratas del Senado y de la Cámara, Charles Schumer y Hakeem Jeffries, respectivamente, en apoyo a su resistencia al plan provisional republicano.
“El ‘shutdown’ no es lo ideal, pero es mejor sacrificar a corto plazo para salvaguardar unos beneficios del ciudadano común. Estamos hablando de que sería catastrófico para muchos ciudadanos estadounidenses si se pasa este presupuesto”, declaró a El Nuevo Día Lilliana Alemán, vicepresidenta de la sección del Caribe de AFGE.
Poco más de 15,000 empleados federales laboran en el territorio en oficinas como la de Servicios de Rentas Internas (IRS), la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Agricultura (USDA).
No está claro cuántos empleados federales en Puerto Rico fueron suspendidos sin paga y cuántos continúan trabajando bajo la promesa de pagos retroactivos. A lo anterior se suma el inminente despido de trabajadores, según planea la Administración Trump, que también impactaría a personal federal en la isla.