El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, denunció un intento de golpe de Estado en su contra, liderado por un juez penal y el Ministerio Público, ambos sancionados por corrupción por la Unión Europea y Estados Unidos.
En un mensaje nacional, Arévalo, junto a su gabinete y diputados del Movimiento Semilla, instó a defender la democracia. La denuncia surge tras el intento del juez Fredy Orellana de suspender al partido oficial y anular los resultados electorales de 2023, declarando vacante la presidencia de Arévalo.
El presidente acusó a Orellana de manipular las leyes para favorecer a la fiscal general Consuelo Porras, también sancionada por corrupción. Arévalo criticó que estos actores han creado un clima de terror mediante procesos judiciales ilegítimos, encarcelando a líderes indígenas y periodistas.
Según el mandatario, el objetivo es perpetuar la impunidad de criminales y políticos corruptos. Arévalo pidió a la Corte de Constitucionalidad que garantice los resultados electorales y exigió la destitución de Orellana por violar el orden constitucional y amenazar la democracia.



