El Dicasterio de la Doctrina de la Fe publicó un documento titulado Mater Populi Fidelis en el que descarta que la Virgen María pueda ser considerada “corredentora” o “mediadora” de la salvación.
La institución reafirma que solo Cristo posee la potestad de redimir a la humanidad del pecado, poniendo así fin a un debate que dividió a teólogos y fieles durante más de medio siglo.
El texto, presentado por el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio, advierte que el uso del término “corredentora” puede oscurecer la mediación única de Cristo. “Teniendo en cuenta la necesidad de explicar el papel subordinado de María a Cristo en la obra de la Redención, es siempre inoportuno el uso del título de corredentora”, señala el documento.
Qué implica la decisión para la doctrina católica
En términos teológicos, esta conclusión significa que no se proclamará un nuevo dogma sobre María y que su papel debe entenderse como colaborativo pero no redentor.
El documento subraya que “en sentido estricto, no podemos hablar de otra mediación en la gracia que no sea la del Hijo de Dios encarnado”.
Esto implica que María no concede gracias ni actúa como fuente de salvación, sino que su función es dispositiva y maternal, ayudando a los creyentes a abrirse a la gracia divina que proviene exclusivamente de Dios.
Una disputa teológica de larga data
La idea de la “corredención mariana” ha sido defendida durante años por teólogos y fieles ultraconservadores, quienes solicitaban al Vaticano la proclamación de un quinto dogma mariano.
Actualmente, la Iglesia católica reconoce cuatro que son Inmaculada Concepción, Virginidad perpetua, Maternidad divina y Asunción al cielo.
El debate fue especialmente intenso desde los años 90, cuando movimientos laicos como “Vox Populi Mariae Mediatrici” reunieron millones de firmas y el respaldo de cientos de obispos para solicitar la declaración del nuevo dogma.
La postura de los papas sobre la corredención
Los pontífices han mantenido posturas distintas respecto al tema. Juan Pablo II utilizó ocasionalmente el término “corredentora”, aunque sin darle carácter dogmático. Benedicto XVI prefirió evitarlo, mientras que Francisco lo rechazó abiertamente.
En una homilía de 2019, el papa argentino fue contundente: “Cuando nos vengan con historias de que hay que declararla esto, o hacer este otro dogma, no nos perdamos en tonteras”.
Con Mater Populi Fidelis, el Vaticano busca unificar criterios teológicos y evitar confusiones en torno al papel de la Virgen en la fe católica.
La Santa Sede subraya que la devoción mariana sigue siendo válida y necesaria, pero siempre en relación subordinada a Cristo, centro de la salvación.
En otras palabras, María acompaña, inspira y protege, pero no redime.
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