La cifra de muertos por el incendio en un complejo residencial de Hong Kong subió a 128, después que los bomberos hallaran decenas de cuerpos más durante una búsqueda intensiva realizada este viernes, revisando apartamento por apartamento en los ocho edificios afectados. Las autoridades señalaron que se trata de uno de los peores incendios registrados en la ciudad.
El subdirector del Servicio de Bomberos, Derek Armstrong Chan, explicó que los equipos están dando prioridad a los apartamentos desde donde recibieron numerosas llamadas de auxilio, pero a los que no lograron llegar a tiempo, las labores continúan sin descanso mientras avanzan por las zonas más afectadas.
Por su parte, el secretario de Seguridad, Chris Tang, informó que la búsqueda de víctimas sigue activa y que la cifra podría aumentar; agregó que algunos cuerpos están tan calcinados que aún no ha sido posible identificarlos y que la investigación sobre el origen del incendio podría extenderse entre tres y cuatro semanas.
Más de 1.000 bomberos tardaron unas 24 horas en controlar las llamas y, casi dos días después, el humo seguía saliendo de los esqueletos carbonizados de los edificios debido a rebrotes esporádicos. El incendio fue declarado completamente extinguido hasta el viernes por la mañana. En total, participaron 2.300 bomberos y personal médico en la operación, y 12 bomberos figuran entre las 79 personas heridas, según informó Yeung.
Las autoridades aún no tenían claro cuántas personas podrían estar dentro de los edificios, que contaban con cerca de 2.000 apartamentos y aproximadamente 4.800 residentes. La mayoría de las víctimas estaban en las dos primeras torres afectadas por el incendio, explicó Chan.
En el complejo vivían muchas personas mayores, fue construido en la década de 1980 y estaba en medio de una renovación importante. La agencia anticorrupción de Hong Kong anunció el jueves que había iniciado una investigación sobre ese proyecto de renovación.
Tres hombres, los directores y un consultor de ingeniería de una constructora, fueron arrestados bajo sospecha de homicidio involuntario, mientras que la policía señaló que los líderes de la empresa son sospechosos de negligencia grave.
Las autoridades sospechaban que algunos materiales de las paredes exteriores de los edificios no cumplían los estándares de resistencia al fuego, lo que permitió la propagación inusualmente rápida del incendio. Además, la policía informó que hallaron paneles de espuma plástica, altamente inflamables, adheridos a las ventanas de cada piso cerca del vestíbulo del ascensor en la única torre no afectada. Se cree que la constructora instaló los paneles, aunque aún no se conoce su propósito.
Las autoridades anunciaron inspecciones inmediatas en todas las urbanizaciones sometidas a remodelaciones importantes para verificar que el andamiaje y los materiales cumplan con los estándares de seguridad, este incendio se convirtió en el más mortífero en Hong Kong en décadas, un incendio en 1996, en un edificio comercial en Kowloon, causó la muerte de 41 personas, y otro en un almacén en 1948 dejó 176 fallecidos, según el South China Morning Post.
