La Tercera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional anuló este viernes la sentencia que había condenado a siete años de prisión a Elizabeth Silverio, acusada de ejercer la neurociencia sin contar con títulos académicos válidos.
Sin la presencia de la acusada, el tribunal ordenó la celebración de un nuevo juicio, acogiendo así los argumentos de los abogados de Silverio que alertaron sobre supuestos vicios en la decisión judicial que condenó a la imputada.
De acuerdo con la resolución leída este viernes, los jueces determinaron que la sentencia dictada el 21 de octubre de 2024 por el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional contenía «errores en la aplicación de normas jurídicas, una valoración incorrecta de las pruebas y falta de motivación suficiente en sus fundamentos».
En ese sentido, dispusieron que otro tribunal del mismo grado conozca nuevamente el caso y realice una nueva evaluación de las pruebas presentadas por el Ministerio Público y la defensa.
La Corte también dispuso que el proceso sea remitido a la presidencia de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia para los fines correspondientes.
El nuevo juicio
Con la decisión del tribunal, Silverio ahora tendrá una nueva oportunidad de presentar otra vez las pruebas que sustentan su supuesta inocencia en un nuevo juicio.
La anulación de la condena permitirá que el caso de la imputada vuelva a la fase del juicio, lo que significa que otro tribunal escuchará nuevamente a las partes involucradas, evaluará las pruebas y dictará una nueva sentencia, que podrá ser absolutoria o condenatoria.
Apelación
Aunque fue condenada, la acusada se mantenía en libertad porque el artículo 441 del Código Procesal Penal establece que una condena puede quedar suspendida mientras el acusado recurre en apelación, lo que hizo Silverio desde el 2024.
Silverio se vio envuelta en un escándalo tras ser acusada de hacer evaluaciones a niños con hiperactividad, violencia o trastornos psíquicos que estaban matriculados en el clausurado centro que dirigía en el sector de Gascue.
Según la condena, la señalada se escudó en títulos falsos que la acreditaban como profesional en la psicología y en la neurociencia. En el centro que dirige, el Knowledge Land Kogland, recibía a niños necesitados de atención y los diagnosticaba.