Más de 4.000 empleados federales recibieron notificaciones de despido este viernes como parte del amplio esfuerzo del Gobierno de Trump para reestructurar el Gobierno mientras continúa el cierre, según un documento judicial presentado el viernes.
La presentación ofrece una visión más detallada sobre el anuncio hecho más temprano ese día por el director de presupuesto del presidente Donald Trump, quien afirmó que la administración había comenzado las reducciones de personal en todo el Gobierno que se habían anticipado desde que el financiamiento federal expiró el 1 de octubre.
“Han comenzado los RIF (reducciones de personal)”, publicó en X el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russell Vought, anunciando las reducciones a nivel gubernamental que se habían anticipado desde que los fondos federales expiraron el 1 de octubre.
Hasta la noche del viernes, los avisos de RIF habían sido enviados a empleados de los departamentos de Comercio, Educación, Energía, Salud y Servicios Humanos, Vivienda y Desarrollo Urbano, Seguridad Nacional y Tesoro, según portavoces de los departamentos, representantes sindicales y fuentes directamente afectadas.
Tesoro y Salud y Servicios Humanos registraron el mayor número de despidos, con más de 1.000 trabajadores despedidos en cada departamento, según la demanda interpuesta por dos sindicatos de empleados federales que buscan detener los despidos
En los últimos días, los republicanos del Congreso y la Casa Blanca han aumentado la amenaza de despidos masivos mientras buscan presionar al máximo a los demócratas para que aporten los votos necesarios para romper el estancamiento en el Senado y reabrir el Gobierno. Pero, tras más de una semana de cierre del Gobierno, ambos partidos en el Capitolio se mantienen firmes en sus posiciones sobre lo que se necesita para alcanzar un acuerdo de financiamiento, incluso por un corto tiempo.
La mañana de este viernes, un portavoz de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) dijo que los despidos serían “sustanciales” y agregó: “Lamentamos que los demócratas hayan cerrado el Gobierno y obligado a los trabajadores a estar en esta posición”.
Aunque la Casa Blanca ha culpado repetidamente a los demócratas del Congreso por no reabrir el Gobierno, está iniciando despidos durante este cierre por elección propia; las administraciones no están obligadas a realizar despidos cuando los fondos del Gobierno se agotan. Los despidos son independientes de las licencias obligatorias (furloughs) que siempre ocurren cuando se termina la financiación del Gobierno.
Los demócratas en el Capitolio criticaron rápidamente la medida.
La principal demócrata encargada de asignaciones en el Senado criticó rápidamente la medida. “Una vez más: si el presidente Trump y Russ Vought deciden hacer más despidos masivos, están ELIGIENDO infligir más dolor a la gente. Las ‘reducciones de personal’ no son un nuevo poder que estos payasos obtienen en un cierre”, escribió la senadora Patty Murray de Washington en X. “No podemos dejarnos intimidar por estos delincuentes”.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, también argumentó que “nadie está obligando a Trump y Vought a hacer esto. No tienen que hacerlo; quieren hacerlo”, calificando los despidos como “caos deliberado”.
La información inmediata sobre los despidos del viernes fue escasa, y la Casa Blanca se negó a dar detalles. Pero varias agencias dijeron a CNN que habían comenzado a realizar las reducciones.
Pero varias agencias dijeron a CNN que habían comenzado a realizar las reducciones.
“Empleados del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) en varias divisiones han recibido avisos de reducción de personal como consecuencia directa del cierre del Gobierno liderado por los demócratas”, dijo un portavoz de la agencia a CNN. “Todos los empleados del HHS que recibieron avisos de reducción de personal fueron designados como no esenciales por sus respectivas divisiones. El HHS continúa cerrando entidades que generan despilfarro y duplican personal, incluyendo aquellas que contradicen la agenda ‘Hacer América Saludable de Nuevo’ del Gobierno de Trump”.
Inicialmente, el Gobierno de Trump prometió implementar rápidamente despidos masivos de empleados federales con el inicio del cese del financiamiento gubernamental, pero –como informó CNN– la Casa Blanca luego pareció cambiar de estrategia, posponiendo la medida un poco más mientras un número creciente de legisladores republicanos y funcionarios de la administración de Trump reconocían los posibles peligros políticos de la acción.
Funcionarios del Gobierno dijeron que los empleados afectados por los despidos también serían notificados por el Servicio Postal de EE.UU., que sigue operando durante el cierre del gobierno.
La Casa Blanca dijo que los empleados con licencia temporal pueden usar el equipo proporcionado por el gobierno para fines relacionados con el cierre, lo que incluye “revisar cualquier actualización sobre Reducción de Personal (RIF)”.
Las agencias deben informar a los empleados afectados por una RIF al menos 60 días antes de la fecha de su despido.
La Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales (AFGE, por sus siglas en inglés) calificó la medida de la administración como “vergonzosa”.
“En los 93 años de existencia de AFGE bajo varias administraciones presidenciales –incluida la primera administración de Trump– ningún presidente ha decidido despedir a miles de empleados en licencia obligatoria durante un cierre del Gobierno”, dijo Everett Kelley, presidente nacional del sindicato, en un comunicado.
AFGE, junto con otro sindicato que representa a empleados federales, presentó una demanda en un tribunal federal de California para impedir que el Gobierno de Trump inicie los despidos masivos, calificándolos de ilegales.
Los sindicatos presionaron el viernes a la jueza de distrito Susan Illston para que detuviera de inmediato los RIF ahora que la administración había comenzado a ejecutarlos. La presentación se produce después de que los sindicatos solicitaran la semana pasada a la jueza una orden de restricción temporal para bloquear a la administración de llevar a cabo su amenaza.
“Nos veremos en la corte”, publicó Skye Perryman, directora ejecutiva de Democracy Forward, que representa a los sindicatos, en X en respuesta a la publicación de Vought.
Illston no ha tomado una decisión sobre las solicitudes, pero a principios de esta semana ordenó a la OMB que proporcionara el estado de los avisos de RIF que están planeados o en curso antes de las 6:00 p.m., hora de Miami, del viernes. La jueza también pidió información sobre qué agencias emitirían avisos de despido y cuántos empleados los recibirían.
Max Stier, director ejecutivo de la Partnership for Public Service, dijo anteriormente a CNN que el cierre del Gobierno no le otorga a la administración poder adicional para reducir el tamaño de la fuerza laboral federal. “No existe ninguna autoridad legal adicional de su parte para llevar a cabo RIFs sobre la base de un cierre del Gobierno”, dijo el martes.
En una declaración el viernes, Stier criticó al Gobierno de Trump por usar a “los servidores públicos como rehenes en esta ruptura continua de nuestras instituciones públicas”.
“Estas reducciones de personal innecesarias y equivocadas seguirán vaciando nuestro gobierno federal, le robarán experiencia crítica y obstaculizarán su capacidad para servir eficazmente al público”, dijo.
La administración Trump ha estado planificando –y en algunas agencias, ya ha llevado a cabo– reducciones generalizadas de personal desde poco después de que el presidente asumiera el cargo. Los despidos formaban parte de un esfuerzo miltifacético para reducir la fuerza laboral, que también incluía múltiples programas de incentivos para convencer a los empleados de que se marcharan voluntariamente.
Más de 2 millones de personas trabajan para el Gobierno federal. Al 23 de septiembre, más de 201.000 funcionarios ya habían dejado el servicio federal, según el rastreador de Partnership.
Trump hizo campaña prometiendo una reforma del Gobierno federal y su fuerza laboral, a quienes consideraba un obstáculo para llevar a cabo sus prioridades durante su primer mandato.
En febrero, Trump firmó un decreto instruyendo a los funcionarios de los departamentos a comenzar los preparativos para despidos masivos. La OMB y la Oficina de Administración de Personal siguieron con un memorando instruyendo a las agencias a presentar planes en dos partes para llevar a cabo la reorganización, incluyendo listas de divisiones y empleados que desempeñan funciones no requeridas por ley o reglamento y que no son considerados esenciales durante los cierres del Gobierno.
Los sindicatos de empleados federales demandaron, pero en julio, la Corte Suprema permitió que las agencias siguieran adelante con sus planes de RIF, dejando en suspenso una orden de un tribunal inferior que había bloqueado temporalmente a Trump de tomar esas medidas sin la aprobación del Congreso.
Algunas agencias, incluido el HHS, ya han despedido a una parte considerable de su personal, mientras que otras han revertido algunos de sus planes. Y otros departamentos descubrieron que tuvieron que volver a contratar a algunos trabajadores para poder llevar a cabo funciones necesarias.